"No están interesados en el crecimiento de Occidente, están interesados en tener el poder de llevar a la bancarrota las instituciones bancarias, lo que les permitiría saquear no solo a Ucrania, Rusia o China, sino también a las naciones occidentales. (…) Están implementando políticas que llevan a una guerra para introducir un poder dictatorial sobre Oriente y sobre Occidente", opinó Billington ante la cadena iraní Press TV.
Las sanciones contra Moscú no son una cuestión geopolítica entre Occidente y Oriente, sino que constituyen "una política de autodestrucción", destacó el periodista, acentuando que perjudican tanto el sector cósmico (en primer lugar la colaboración en la Estación Espacial Internacional), como la industria química y militar de EE.UU., que importa muchos componentes de Rusia.
El pasado 12 de mayo los ministros de Exteriores de los países miembros de la UE ampliaron la lista de los ciudadanos rusos sancionados en 13 personas y añadieron al documento, además, dos empresas de Crimea. Adelantaron que la medida era una respuesta a los dos referéndums que tuvieron lugar el domingo en dos regiones del este de Ucrania –Donetsk y Lugansk–, donde la población optó por la creación de repúblicas independientes. Tanto el Gobierno central ucraniano como Washington se apresuraron a comunicar que los resultados de las consultas populares carecen de efecto legal. Canadá también introdujo nuevas sanciones contra Moscú.