El montante anunciado del contrato es 400.000 millones de dólares. Estipula el suministro de hasta 38.000 millones de metros cúbicos anuales de combustible al país asiático durante 30 años.
El presidente de la junta administrativa de Gazprom, Alexéi Miller, ha acentuado que el acuerdo es el más significativo que ha tenido su empresa a lo largo de su existencia. Detalló que el documento prevé los descuentos en los impuestos a la extracción de recursos naturales en los yacimientos de gas que se destinará a China, pero se abstuvo de comentar cuál será el precio exacto del gas para Pekín, apelando al "secreto comercial".
El suministro de carburos que Moscú le puede garantizar a Pekín "es vital" para el crecimiento de la economía china, acentúa el economista Xavier Boltaina. Pero al mismo tiempo subraya otro aspecto del contrato conseguido. "Evidentemente, si hay un acuerdo en el ámbito económico, se puede hablar de un statu quo futuro y reglas del juego pacíficas, y por lo tanto evidentemente muy importante para la estabilidad de la paz en el mundo", opinó.