Un gobierno económico, necesidad urgente para la UE
Alemania y Francia exteriorizaron su posición común sobre la necesidad de la creación de un gobierno económico para los 27 países de la Unión Europea (UE), no sólo para los países de la zona euro, algo propuesto por París con anterioridad.
Reunidos en Berlín la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy se mostraron a favor de la propuesta de establecer un gobierno económico en la zona euro para una mayor coordinación económica.
"Más que nunca, Alemania y Francia están determinados a hablar con una sola voz, a adoptar políticas comunes para dar a Europa los mecanismos para cumplir sus legítimas ambiciones", dijo Sarkozy a periodistas en una conferencia conjunta con Merkel.
"Entonces (vamos a tener) una gobernanza económica al nivel de los 27 (países miembros) y en el caso de que lo necesitemos, habrán reuniones en lo que respecta a los problemas del euro dentro de la zona euro", agregó.
Al mismo tiempo Merkel se ha preferido hacer hincapié en “las sanciones que afrontarán los países de la UE que violen las reglas en materia económica”. Francia y Alemania propondrán que se suspenda el derecho de voto a “aquellos países que violen de forma notoria los criterios sobre el déficit”. Para ello, habrá que modificar los tratados. Las sanciones son necesarias, ha venido a decir, para inculcar una cultura de estabilidad y crecimiento”.
Ambos mandatarios se dirigirán a la cita del 'G8' en Toronto que se celebrarán el 26-27 de junio con una doble propuesta para intensificar la regulación de los mercados financieros, e imponer un gravamen a las transacciones bancarias.
La crisis de deuda europea reveló los puntos débiles de la UE privada de un centro fiscal común. Los expertos opinan que el fondo de estabilización sin precedentes -creado para socorrer a las naciones del bloque con problemas financieros y estabilizar la moneda común-, no será efectivo porque no hay un sistema general de control de gastos públicos.
Los analistas afirman que la zona euro tiene dos alternativas: venir a ser un estado de pleno valor sacrificando soberanías nacionales o sacrificando la moneda común.