La noticia sobre la creación de esta moneda, cuya circulación supondría un desafío para el dólar y el euro, se desprende del mismo texto del documento institucional de la Unión, indica el portal de noticias ruso Gazeta.
La nueva alianza económica, formada, de momento,
por Rusia, Kazajistán y Bielorrusia (con la posterior incorporación de Armenia y Kirguistán) entrará en vigor el 1 de enero de 2015, tras la firma del tratado, el pasado 29 de mayo, por los mandatarios de estos tres países.
El documento firmado, que establece como fundamentos de la alianza "la libertad de circulación de bienes, servicios, capital y mano de obra", así como "la aplicación de una política coordinada, coherente y uniforme en todos los sectores de la economía", estipula, asimismo, asunto de suma importancia: "una política monetaria acordada".
Otro indicio que apunta al surgimiento de una moneda común es el requisito de la deuda pública en el documento institucional de la Unión Euroasiática, más exigente incluso que el de la UE, pues no puede ser mayor del 50% del PIB, en comparación con el 60% del PIB admisible en la UE.
Sin embargo, la idea de crear un banco central de la Unión y un centro de emisiones es, probablemente, la más cerrada a la discusión pública.