"En las últimas semanas, grandes corporaciones rusas han mostrado un interés significativo en empezar a emplear yuanes y otras divisas asiáticas y abrir cuentas en Asia. No parece algo temporal, sino que es una tendencia", comentó a 'The Financial Times' el presidente de Deutsche Bank Rusia, Pável Teplujin. Según acentúa Teplujin, las compañías rusas están modificando la letra de sus contratos para poder cambiar de divisa en caso de que fuera necesario. Según su punto de vista, de este modo podrán evitar los riesgos relacionados con posibles sanciones por parte de EE.UU. en el futuro.
Alexánder Diúkov, director ejecutivo de Gazprom Neft, la división petrolera del gigante estatal gasístico ruso, ha confirmado que la compañía estás negociando con sus clientes la posibilidad de concluir contratos en otras divisas y evitar el dólar. Norilsk Níkel, el mayor productor mundial de níquel y paladio y el mayor productor de Rusia de oro, por su parte, también comunicó que discute contratos a largo plazo en yuanes con sus socios chinos.
En un encuentro con el presidente ruso, Vladímir Putin, el jefe de la junta administrativa de VTB —el segundo grupo bancario de Rusia—, Andréi Kostin, puntualizó que la expansión de las divisas 'no dólar' es una de sus prioridades. "Dada la extensión de nuestro comercio bilateral con China, el desarrollo de la práctica de pagar en rublos y yuanes es una prioridad en la agenda. Desde mayo, estamos trabajando en ello", comentó.
Según la cifra oficial, el comercio mutuo entre Rusia y China ha alcanzado los 90.000 millones de dólares. Se estima que para el año 2020 podría suponer un volumen de 200.000 millones. Mientras tanto, analistas estadounidenses admiten que incluso los pronósticos más modestos prevén que dentro de aproximadamente un año y medio China doblará el uso del yuan en su comercio global y aumentará su parte desde el 13%-15% actual hasta un 30%.
El pasado 21 de mayo, durante la visita a Pekín del presidente Putin, VTB formalizó un acuerdo histórico con el Banco de China, uno de los cuatro mayores bancos estatales del país asiático, que incluyó efectuar los pagos mutuos en rublos y yuanes. La visita coincidió con la firma de otro contrato, entre los gigantes estatales ruso y chino Gazprom y CNPC, por 400.000 millones de dólares que estipuló el suministro de combustible al país asiático durante 30 años.
"Un gran problema es que EE.UU. da por supuesto el papel del dólar como divisa de reserva", destaca el gerente de cartera de inversiones de West Shore Group, James Rickards. Según él, el rechazo a la moneda estadounidense por parte de Rusia y China en sí "no significa el final del dólar como principal divisa de reserva global", pero en el contexto de la situación geopolítica general, entre la frustración de Arabia Saudita por la ineficaz estrategia de Washington respecto a Irán y la creciente demanda de oro en China, se trata de un "paso significativo del dólar en esa dirección".