Inmediatamente después de que se supo que los militantes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) capturaron la ciudad de Mosul, segunda más grande del país, el crudo empezó a aumentar de precio en los mercados mundiales.
El índice del petróleo Brent subió más de dos dólares en la Bolsa de Londres, hasta los 112,32 por barril, mientras que Light Sweet aumentó en alrededor de 1,5 dólares hasta los 106,55 por barril, máximos desde septiembre pasado. Según la BBC, se trata de las así llamadas 'fluctuaciones especulativas', basadas solo en las expectativas negativas de los inversores, es decir un fenómeno puramente psicológico.
Sin embargo, si la situación en Irak empeora, los analistas se preparan para lo peor. En primer lugar, el mundo de los negocios tendrá que compensar el volumen del petróleo barato iraquí mediante el desarrollo de los campos más caros de todo el mundo, lo que va a resultar en el aumento de precios a largo plazo.
"Las empresas empezaron a trabajar allí hace 3-4 años. Así que ahora la participación de Irak en el mundo sigue siendo pequeña, pero se estima que Irak tiene potencial para alcanzar un nivel de producción como el de Arabia Saudita", dice el politólogo Viacheslav Kulagin.
Irak es el segundo mayor productor de petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Las reservas de petróleo probadas en Irak ahora se estiman en 150.000 millones de barriles (datos de BP). Se trata de un 9% de las reservas mundiales. En comparación, la parte de Rusia, que ahora está en segundo lugar en el mundo en términos de volumen de reservas probadas, es del 5,2%.
Además, se pronostican problemas para las empresas que han invertido en Irak. Entre ellas, figuran casi todos los gigantes mundiales, como ExxonMobil, BP, Shell, Total, así como las empresas de Corea del Sur, China y Malasia.
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