De acuerdo con los datos de la Reserva Federal de EE.UU. sobre el sistema bancario del país, de diciembre del 2013 a este junio los bancos comenzaron a aumentar su cartera de préstamos, pasando al 3,6%.
Según los analistas consultados por la agencia Prime, esta tendencia señala el inicio del final del ciclo deflacionario que comenzó en el año 2007: los estadounidenses de nuevo comenzaron a pedir prestado, por eso los bancos empezaron a aumentar su cartera de préstamos.
"Además, creemos que la tendencia de crecimiento de la entrega de créditos va a continuar, y con ella aumentará el agregado monetario M2 [la suma del dinero en circulación dentro de una economía, efectivo más depósitos], que, por su parte, resultará en el aumento de la inflación", dicen los economistas rusos.
Recuerdan que la Reserva Federal de EE.UU. ya ha acumulado un saldo enorme de más de 4 billones de dólares: "Para el final del programa QE probablemente el volumen alcanzará los 4,5 billones de dólares. Para la Reserva Federal será muy difícil luchar con el crecimiento del M2, que basándose en una cantidad tan grande de dinero primario a veces puede crecer muy rápidamente, lo que llevará a una inflación muy alta".
Los analistas de Prime suponen que el aumento de la tasa no tendrá ningún efecto, ya que la mayoría de dólares primarios fue impresa por QE, y para retirar este dinero, la Reserva Federal tendrá que reducir urgentemente su balance, y para ello tendrá que vender activos acumulados en el balance: papeles de hipoteca y los bonos del Tesoro. "No se puede hacer rápido, es por eso que podemos decir que Estados Unidos está aproximándose a la explosión inflacionaria, que a juzgar por el aumento del interés por los créditos debe tener lugar en el próximo año y medio", concluyen los analistas.