Expertos calculan que se suministrará más de un billón de metros cúbicos de gas en el marco del contrato para 30 años firmado en mayo. Con el segundo contrato incluso podría duplicarse esta cantidad.
La demanda de gas en China en 2013 ascendió a 170.000 millones de metros cúbicos y para 2020 se espera un gran crecimiento de esta cantidad, hasta los 420.000 millones de metros cúbicos. No es sorprendente que Pekín quiera reservarse una gran cantidad del gas ruso.
China inicialmente planeaba comprar a Rusia precisamente 68.000 millones de metros cúbicos, tanto por la ruta oriental como por la occidental. Después de las negociaciones, se decidió dividir los proyectos y firmar primero un contrato sobre la ruta oriental, algo que se llevó a efecto el pasado 21 de mayo.
Ruta oriental y ruta occidental
La ruta oriental supone el suministro de gas procedente de Siberia Oriental al oeste de China a través del gasoducto bautizado como Fuerza de Siberia, que tendrá una longitud de 4.800 kilómetros. El comienzo de la construcción del gasoducto por un valor total de 55.000 millones de dólares, incluyendo las infraestructuras correspondientes, para suministrar gas de Rusia a China está planeado para el próximo mes de agosto.
La ruta occidental, a su vez, supone el suministro de gas desde Siberia occidental al noroeste de China por el gasoducto Altái, cuya longitud será de 2.600 kilómetros.
De momento ninguno de los dos gasoductos está construido. No obstante, el gigante estatal ruso CNPC ya invirtió 25.000 millones de dólares para la construcción de la infraestructura para el gasoducto Fuerza de Siberia.
El costo del gas en el segundo contrato, que todavía no está firmado, podría ser menor que el del primer acuerdo, ya que el precio depende de una serie de nuevos factores. El director del Fondo de Desarrollo Energético, Serguéi Pikin, afirma, citado por medios rusos, que las inversiones en la construcción del gasoducto Altái serán muy inferiores a las de la ruta oriental.
El gasoducto Altái, en Siberia Occidental, es la mitad de largo que Fuerza de Siberia y la infraestructura en Siberia Occidental también está más desarrollada que la del este. El histórico contrato firmado en mayo no sólo abrió el enorme mercado asiático para Rusia, sino que también demostró que los intentos occidentales de aislar a Moscú terminarán posiblemente en fracaso. La firma de este segundo contrato con China podría reforzar las posiciones de Rusia en el ámbito económico global.