A juicio del politólogo ruso citado por el portal CentrAsia, si Rusia sigue suministrando gas a Europa a través de Ucrania, de manera directa o indirecta el financiamiento correrá a cargo de Moscú, que va a encontrarse desde el punto de vista militar y político en la órbita de Washington y Bruselas.
"El gasoducto Nord Stream funciona y no se puede suspender su tránsito, pero en cambio el South Stream es 'torpedeado' por la Comisión Europea y el Departamento de Estado de EE.UU. de todas las maneras posibles", agrega.
Estas medidas, continúa, aumentan el papel que tienen en el mercado político-económico los potenciales países de tránsito del gasoducto —como
Bulgaria, Serbia y Turquía—, así como el de países que podrían llegar a desplazar de una manera u otra a Rusia en el mercado europeo, como Azerbaiyán y las antiguas repúblicas soviéticas de Asia central, especialmente Turkmenistán.
De acuerdo con Satanovski, la reanimación de los planes europeos de atraer el suministro del gas natural a la UE desde el Kurdistán iraquí e Irán también está en la agenda, como refleja el incipiente diálogo entre Irán y Estados Unidos. Son precisamente estos planes lo que subyace en el "acercamiento de las partes" en las conversaciones sobre el programa nuclear iraní, opina.
"Occidente está dispuesto a aceptar de facto un Irán nuclear, igual que antes aceptó a la India y Pakistán, a cambio de atraer los hidrocarburos de este país en el transcurso de la guerra económica entre Occidente y Rusia", explica el politólogo, subrayando que, a diferencia del Gasoducto Transcaspio, esta medida puede ser desarrollada como máximo a medio plazo.
La Unión Europea necesita el Gasoducto Transcaspio, pues lo promueve personalmente el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Actualmente, en nombre de Estados Unidos en Turkmenistán actúa Fatema Sumar, asesora del secretario de Estado de EE.UU. para Asia Central y del Sur. La infraestructura para transportar gas desde Turkmenistán hasta la costa sur del mar Caspio (el gasoducto Este-Oeste) estará lista en 2016.
"El Gasoducto Transcaspio tiene como objetivo complicar o torpedear la construcción del South Stream", destaca el politólogo, que enfatiza que esta estrategia no tiene motivaciones económicas, sino políticas.