El Gobierno argentino se enfrenta a un grupo de inversionistas de fondos de cobertura liderado por NML Capital, una subsidiaria de Elliot Capital Management, dirigido por el multimillonario Paul Singer.
La semana pasada, 13 años después de que Elliott Management comenzara a acumular deuda del Gobierno argentino a precios de descuento, la corte suprema de Estados Unidos obligó al país a pagar 1.330 millones de dólares a los acreedores que no entraron en el canje de deuda. Las tácticas que usa Singer ahora son las mismas que utilizó antes contra los gobiernos de Perú y la República del Congo.
Paul Singer, que nació en 1944 en Nueva Jersey, fundó su empresa en 1977 aprovechando las diferencias de precios entre la deuda convertible de una compañía y sus acciones, lo que se llama 'arbitraje convertible'. Pero, en realidad, lo que multiplicó los beneficios de la empresa no fue esta estrategia, sino su incursión en la deuda con problemas. Los analistas consideran que, obligando a pagar a Argentina a los 'fondos buitre', puede establecer un "precedente peligroso", informa el portal News.com.au.
Algunos piensan, explica el medio, que esto alentaría a los tenedores de bonos a jugar de manera dura cuando los Gobiernos tratan de reestructurar sus deudas. Después de la decisión de la corte suprema, el Fondo Monetario Internacional advirtió que aquella podría tener repercusiones de largo alcance. "Estamos preocupados por posibles repercusiones sistémicas más amplias", expresó el FMI.
En el pasado, cuando algunos acreedores tenían más prioridad sobre otros, en primer lugar consideraban a los gobiernos soberanos y solo después a los fondos de inversión, explica Mark Blyth, profesor de economía política internacional en la Universidad de Brown. "Esta antigua jerarquía realmente ya no se aplica", sostiene.
Durante las negociaciones con los prestamistas, los gobiernos tenían como argumento la amenaza de un impago. Los acreedores aceptaban ofertas de reestructuración solo cuando estaban seguros de que, al menos, recibirían algo. Ahora, al parecer, "los tribunales están quitando la posibilidad de impago", dijo Blyth, advirtiendo que esto forma parte del "impulso para poner a los inversores por delante de todos los demás".
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner,
insiste en que este modelo de negocios "va a provocar tragedias" y que el fallo avala la explotación de los pueblos. Por su parte, su homólogo uruguayo, José Mujica, expresó su apoyo a la postura de Argentina advirtiendo que "los 'fondos buitre' quieren comerle el petróleo".