Según la cifra oficial, Rusia es el tercer socio comercial más importante de Europa. La UE compra un 84% de las exportaciones rusas de petróleo y un 76% del gas natural. Una cuarta parte de los países europeos depende casi por completo de los suministros energéticos provenientes de Rusia.
El escenario de una crisis puede ser esbozado fácilmente, sostienen expertos. Argumentan que cada decrecimiento económico global desde 1973 vino asociado a un fuerte aumento del precio de la energía.
Hoy en día EE.UU. se está recuperando de la profunda recesión de los años 2008-2009, pero lo hace bastante débilmente, en términos históricos, mientras que la Unión Europea apenas ha conseguido avanzar. Si en tales circunstancias el enfrentamiento entre Rusia y Occidente llega a un punto en el que la UE corte por completo su comercio con Rusia, se desataría una nueva crisis económica mundial, opina el economista superior de la consultora Oxford Economics, Adam Slater, según recoge el diario británico 'The Guardian'.
"Bajo este escenario, los precios mundiales del crudo podrían elevarse por encima de 200 dólares por barril y los precios del gas también subirían abruptamente", advierte Slater. El economista insiste en que un déficit en los suministros mundiales de energía causado por la suspensión del comercio con Rusia tendría efectos de contagio en toda Europa.
La semana pasada EE.UU. introdujo un nuevo paquete de sanciones antirrusas dirigidas contra los sectores de la energía, finanzas y defensa por la cuestión ucraniana. La UE tomó una pausa, pero el martes la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, adelantó que Europa ampliará este jueves sus sanciones industriales específicas contra Moscú.