El Gobierno suizo no tiene planeado seguir los pasos de la Unión Europea y adoptar las sanciones impuestas contra Rusia 'al pie de la letra', comunicó Schneider-Ammann en una entrevista al diario 'Schweiz am Sonntag'. El político asegura que tomar partido socavaría la postura de neutralidad que el país mantiene actualmente y pondría en peligro su papel de mediador.
"Este papel [de mediador] quedaría debilitado si reprodujésemos las sanciones de la Unión Europea", declaró el ministro. Advirtió, además, contra los riegos financieros relacionados. Desde su punto de vista, poner trabas al comercio con Rusia podría "resultar en un efecto dominó" que causaría un efecto negativo sobre la economía del país alpino.
Un 75% de las exportaciones rusas de crudo se comercializa a través de Ginebra, según detalla la agencia de noticias Reuters. Por otra parte, los activos rusos en los bancos del país alcanzaron en 2012 un total de 15.200 millones de dólares estadounidenses, de acuerdo con los datos de la agencia.
Hoy en día, en la 'lista negra' de la Unión Europea figuran 23 empresas rusas de los sectores del petróleo, defensa y productos de doble uso, y más de 95 personas. Se les acusa de estar influyendo en la crisis ucraniana.