Las acciones de Air France han perdido un 4,7% en valor: cayó a 7,15 euros por acción (en dos días, la capitalización de la empresa francesa se disminuyó en un 11%, más de 220 millones de euros). Las cotizaciones de Lufthansa (Alemania) cayeron un 2,9% a 12,45 euros por acción, perdiendo un 10% en dos días o unos 570 millones de euros.
La empresa estadounidense Delta cayó en un 2,82% a 36,23 dólares por acción (capitalización bursátil cayó en 1.100 millones de dólares). American Airlines perdió un 2,5% (675 millones de dólares) y United Airlines, un 3,43% (562 millones de dólares).
Detener, cambiar y congelar
Entretanto, Moscú baraja tres respuestas a las sanciones contra la empresa aérea rusa Dobrolet, que volaba a Crimea, según reconoce una fuente citada por la agencia Itar-Tass."Por ejemplo, esperamos detener una serie de vuelos charter internacionales de empresas de carga y de pasajeros que tengan certificados temporales", afirmó el interlocutor de Itar-Tass en relación con la primera de las iniciativas que estudian las autoridades rusas.
Además, Moscú piensa en cambiar las rutas de aviones que sobrevuelan espacio aéreo ruso camino de Siberia. "Esto implicará un aumento del tiempo de vuelo y, como consecuencia, el crecimiento de los gastos de las compañías aéreas asociados con el consumo de combustible para un vuelo y con los salarios para la tripulación. Así, las compañías europeas perderán en competitividad en comparación con las líneas aéreas de Asia", aseguró la fuente citada por la agencia.
De acuerdo con la misma autoridad, la tensa situación actual podría desembocar asimismo la congelación del proceso de negociación con los países europeos de la modernización del actual sistema de utilización de las rutas transiberianas.
Por otra parte, Rusia se prepara también para cerrar su espacio aéreo a los vuelos de tránsito de las empresas aéreas ucranianas. El Ministerio de Transporte confirmó esta información y recordó que la instrucción correspondiente fue recibida del primer ministro, Dmitri Medvedev.
Los países occidentales han de pensar cómo les afectaría a sus consumidores y empresas la imposición de sanciones, sugirió el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. "No abogo por las prohibiciones ni por crear verdaderos problemas para los pasajeros, ciudadanos de a pie que no tienen nada que ver con lo que hacen en Ucrania los que desencadenaron esta guerra", afirmó Lavrov.