'Manzana caliente': Polonia pide a EE.UU. que le compre las manzanas vetadas por Rusia

El embajador polaco en Estados Unidos, Ryszard Schnepf, ha pedido a Washington que abra su mercado a las manzanas polacas para disminuir el efecto de las sanciones rusas.
El canciller polaco formuló la solicitud durante una reunión con el viceministro de Agricultura de EE.UU., Michael Scuse.
 
"Estamos interesados en una decisión rápida, puesto que la situación es extraordinaria", resaltó el embajador polaco citado por la agencia de noticias PAP.
 
Según el diplomático, el próximo encuentro con funcionarios norteamericanos sobre este asunto tendrá lugar el 18 de agosto.
Estamos interesados en una decisión rápida, puesto que la situación es extraordinaria  
EE.UU. no importa verduras y frutas de la Unión Europea salvo algunas excepciones. Por ejemplo, compra pimientos y brócoli a Polonia, o manzanas y peras a Italia.
 
Washington atribuye la restricción de importaciones a las diferencias en las normativas fitosanitarias, pero la agencia PAP considera que se trata de una mera medida de proteccionismo.
 
Para Polonia, Rusia es uno de sus mayores compradores de fruta y verdura. El sector agrícola polaco depende en buena medida de la producción de manzana.
 
Las pérdidas de este país europeo por las políticas de sanciones podrían alcanzar los 841 millones de euros.
 
El ministro de agricultura polaco, Marek Sawicki, ya ha anunciado que pedirá ayuda de los fondos europeos para compensar a sus agricultores "por los costes de producción".  
 
El 29 de julio la Unión Europea, bajo presión de EE.UU., que acusa a Moscú de fomentar la crisis en Ucrania, acordó imponer a Rusia sanciones económicas que afectan a su industria petrolera, de defensa y a los productos de doble uso.
 
Moscú en respuesta decidió cerrar por un año su mercado nacional a la producción agrícola, cárnica y láctea de los países comunitarios, lo que ya ha provocado protestas por parte del sector europeo. 
 
Se estima que la Unión Europea perderá unos 12.000 millones de euros debido a la decisión rusa de no importar sus productos alimenticios.