Desde los últimos meses, Bulgaria ha experimentado presiones por parte de Bruselas y varios senadores estadounidenses, contrarios a este proyecto ruso que tiene como objetivo diversificar el sistema europeo de suministro de gas. Sin embargo, Bruselas y Washington insisten en que South Stream no cumple con la legislación de la UE.
Esta es la segunda vez que Sofía suspende el proyecto South Stream. A principios de junio, el entonces primer ministro búlgaro, Plamen Oresharski, ordenó esta acción tras reunirse con tres senadores estadounidenses, entre ellos el famoso John McCain.
Bulgaria debía convertirse en la puerta de entrada a la UE del gasoducto, después de un largo tramo por el mar Negro que empieza en la localidad rusa de Beregovaya. Posteriormente el conducto principal continúa hacia el noroeste por los territorios de Serbia, Hungría, Eslovenia, Italia y Austria, aunque una ramificación se extiende hacia el sur por tierras griegas para entrar a Italia a través del canal de Otranto.