Barcelona quiere cobrar a los turistas

La ciudad de Barcelona quiere aprovechar su éxito como destino turístico y piensa crear una tasa para paliar los efectos del turismo sobre la ciudad y para promocionarse en el mundo. Ver la Sagrada Familia, pasear por Las Ramblas o fotografiarse con una estatua viviente puede costar a partir de ahora un euro.

El alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, pidió ayer una normativa nacional que facilitara su aplicación. Barcelona quiere empezar a cobrar a los turistas (aún no está definido si a los nacionales, a los extranjeros o a ambos) a partir de 2011.

Según afirman en el Ayuntamiento de la capital catalana, desde que ha sido recortado el presupuesto por la crisis no hay dinero para pagar las campañas de promoción de la ciudad. Claro está que sin promoción no hay turismo. El pago, si se aprueba, será incluido en el precio del hotel, lo que supondría unos ingresos de entre 15 y 20 millones de euros extra para la ciudad. De aprobarse la propuesta en el Ayuntamiento, Barcelona se convertiría en la primera ciudad española que cobra una tasa a sus turistas.

Sin embargo, hay que contextualizar que Barcelona no es pionera en España en eso de cobrarle a los turistas. Baleares ya cobró entre 2001 y 2003 la denominada 'ecotasa', un impuesto ecológico que pagaban los turistas y que ayudaba a mantener el patrimonio ecológico de las Islas. Fue un fracaso y se suprimió en 2003 al detectar el descontento generalizado de los turistas.