Incendio marcoeconómico
"El Gobierno del país, por su parte, se comporta como si se tratara de una recesión habitual cíclica y rechaza reformas radicales. De esta manera Ucrania se ha condenado a si misma a un colapso financiero", sostiene presidente del Centro Mises de Investigaciones Económicas de Bielorrusia, Yaroslav Romanchuk, en su columna en la revista 'Forbes'. "Con la ayuda de los generosos préstamos externos las autoridades ucranianas pueden apagar temporalmente el incendio marcoeconómico, pero las enormes desproporciones estructurales de la carga ahogadora de impuestos y regulaciones harán hundirse a la economía", acentúa Romanchuk y pasa a detallar las causas que han llevado a Ucrania a un callejón financiero sin salida.Los funcionarios redistribuyen más del 45% del PIB
Tras el cambio de poder en Kiev, las relaciones entre el comercio y las autoridades no han cambiado, subraya el economista. "La corrupción se quedó en su lugar (…). Los políticos y funcionarios siguen redistribuyendo más del 45% del PIB. Los monopolistas insisten en quedarse con sus privilegios (…). Los altos cargos en Kiev están monitoreando la devastadora guerra en su territorio como si fuera un juego de ordenador: aprietas un 'off' y resultas en otra realidad, habitual y confortable para ellos", insiste el economista. Desde su punto de vista, entre los legisladores ucranianos actuales no hay ninguno quien pueda pretender ser un futuro reformador del mercado.En vez de reformas, a la población se le ofrecen simplemente tarifas elevadas, acentúa Romanchuk. La temporada que viene la calefacción costará a los ucranianos 2,8 veces más que el año anterior. Los precios del agua subieron al doble. En un país donde los observadores internacionales demandan recortar gastos públicos y subsidios sociales, parece dudoso que la población sea capaz de cumplir con unos pagos comunales tan altos.
La economía sigue siendo 'gris'
El Gobierno ucraniano sigue intentando trabajar usando instituciones postsoviéticas anticuadas, subraya Romanchuk. Como los rasgos típicos de la situación actual, destaca la desconfianza de la sociedad hacia el Estado, mecanismos paralizados de la protección de propiedad privada y una economía que sigue siendo 'gris' en un 50%. En el mercado reinan "clanes potentes de oligarcas", mientras que la concurrencia sigue estancada, precisa el analista."La situación se agrava debido a que un gran trozo de Ucrania del Este ha quedado, de hecho, fuera de la producción pacífica. Además, es dudoso que una Ucrania en guerra sea de gran interés para inversionistas extranjeros serios. Aún más: es muy probable el éxodo del capital ruso del país", concluye Romanchuk.