La mayoría de estas naciones se encuentran en el continente africano, pero las hay también en Europa, Asia y América Latina. Las razones son muy distintas: una pequeña cantidad de ciudadanos, un tamaño moderado de territorios, déficit de recursos naturales o falta de extendidas relaciones comerciales con el resto del mundo.
Como resultado, en la lista hay Estados tan diferentes como Mónaco, Luxemburgo, Serbia, Siria, Jordania, el Líbano, Bielorrusia, Laos, Sri Lanka, Cuba, Costa Rica, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Panamá, entre muchos otros.
Cabe acentuar que todo esto no quiere decir que Slim es más rico que todas estas naciones: para sacar tal conclusión, se hubiera debido calcular la riqueza total (en vez de tomar un índice anual como lo es el PIB) de cada Estado, antes de compararla con la fortuna del empresario mexicano. O hacer al revés y calcular el interés anual que recibe Slim de su fortuna y comparar esta cifra con el PIB de los países del mundo. Pero aun así, el resultado es impresionante.