El multimillonario John Malone, presidente de la junta directiva de Liberty Media que controla la red de compras QVC, el canal de la televisión Discovery y dos de películas, Starz y Encore, así como un equipo de béisbol, Atlanta Braves, confesó en su reciente entrevista al periódico Wall Street Journal que tiene más confianza en el progreso de la transmisión de datos por cable que en el sistema financiero de Estados Unidos.
Malone considera que el cable está en buen pie tecnológico en relación a sus competidores. Opina que las altas velocidades le darán ventajas sobre la televisión por satélite, siempre y cuando que el sector de la televisión por cable ofrezca a los usuarios una nueva plataforma, algo de una nueva tecnología como lo fue la iPad en un sector contiguo. Por eso el magnate busca, para su sociedad inversora, nuevas potenciales adquisiciones en este sector, siempre fuera del territorio estadounidense.
Fuera no porque el cable esté supervalorado sino por su escasa confianza en el sistema monetario y los modos de toma de decisiones en su país natal. Incluso más parecía una broma que una confesión sincera lo que contó sobre los métodos a que recurre su familia para protegerse de la inestabilidad de la economía estadounidense.
Conforme a las palabras de Malone, en particular, su esposa trasladó todo su dinero personal a Australia y Canadá. Lo hizo en espera del probable colapso económico en EE. UU., considerando que Canadá era más responsable en lo fiscal y bancario que la mayoría de los países del mundo. Igualmente, el magnate aseguró, evidentemente con ironía, que el matrimonio se había proveído de un ‘refugio’ de 29 kilómetros cuadrados adyacentes a la frontera con Québec así que siempre la podrían cruzar con la llegada de la hora ‘H’.
Su grado de fe en el dólar John Malone lo determinó como ‘ninguna’. Mientras destacó exageraciones en las dudas sobre los países mediterráneos, el único factor del fortalecimiento temporal del dólar se encontraba en la actual carrera hacia abajo con Europa.
Asimismo, manifestó la desconfianza en el Gobierno de Barack Obama que era “todo de académicos y abogados”. Según dijo el poseedor del Discovery, esos “están entrenados para pelear por el pastel y no para agrandarlo”, al mismo tiempo que el país necesita a los capaces de “pensar en agrandar el pastel”.
No obstante, en el ámbito internacional el imperio inversionista de Malone “siempre está a la caza”. Eso comprende que bien se puede esperar nuevas adquisiciones en los mercados donde se ha conservado algún campo para desarrollar los servicios monetizados que se prestan a través de las tecnologías del cable.