Las relaciones entre Argentina y EE.UU. son cada vez más tensas, señaló el autor. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha criticado fuertemente las actividades de los fondos buitres ante la ONU y ha indicado que los fallos del juez de Nueva York Thomas Griesa "no son un movimiento aislado", sino una estrategia bien calculada "debido a que los buitres se parecen mucho a las águilas de los imperios", aludiendo al águila calva, símbolo nacional de EE.UU.
Los fondos buitres se parecen mucho a las águilas de los imperios
Al mismo tiempo, la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires emitió una advertencia de seguridad para los ciudadanos estadounidenses que quieren viajar a Argentina o ya están en el país y Cristina Fernández de Kirchner acusó a Washington de conspirar para derrocar a su Gobierno elegido democráticamente o incluso para deshacerse de ella. "Si me pasa algo, que nadie mire hacia oriente, miren hacia el norte, por favor", alertó la presidenta durante una emisión de televisión el 30 de septiembre.
Mientras tanto, el pasado julio, en el marco de su gira por Latinoamérica, el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que Argentina "es uno de los socios más importantes de Rusia en América Latina". Las delegaciones de ambos países firmaron una serie de documentos importantes, algunos de ellos del campo de la energía, una de las áreas con más perspectivas de la cooperación bilateral.
A principios de octubre, Buenos Aires y Moscú contemplaron la producción conjunta dentro de Argentina, el abastecimiento por parte de Gazprom y la explotación de gas no convencional. La ministra de Industria de Argentina, Débora Giorgi, y el presidente del gigante estatal ruso Gazprom, Alexéi Miller, debatieron la posibilidad de llevar a cabo proyectos conjuntos y llegaron a un acuerdo sobre la cooperación de Gazprom con la empresa estatal argentina YFP. Argentina también está interesada en la cooperación con Gazprom para la exploración de hidrocarburos no convencionales, como el gas de esquisto, tanto en la plataforma continental como en su frontera con Chile.
Mientras que Rusia está dispuesta a ayudar a Argentina a desarrollar su economía, EE.UU. se esfuerza para seguir presionándola, desestabilizar aún más la economía argentina para su propio beneficio e impedir que el país salga adelante convirtiéndose en un exportador energético, concluye el analista.