"El Banco Asiático de Inversión debe ser una alternativa al Banco Mundial y FMI"

Las nuevas organizaciones financieras, incluido el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII) fundado en China, deben convertirse en una alternativa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, opinan algunos analistas.
Según afirmó el politólogo Vladímir Matvéyev al portal ruso 'Zavtra', la creación del BAII es "el primer paso importante destinado a cambiar la arquitectura financiera mundial".  

"El BAII, así como el Banco del BRICS, son las principales instituciones que desafían el orden económico mundial", dijo Matvéyev. Tras la creación del BAII, EE.UU. debe entender que "China se ha unido a la carrera para la gobernanza mundial en el ámbito institucional". 

El BAII, así como el Banco del BRICS, son las principales instituciones que desafían el orden económico mundial  
"Con el establecimiento del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura EE.UU. tendrá que aceptar el hecho de que ya no puede confiar en su continuo dominio en el mundo y obligar a otros a cumplir con sus reglas", destacó el experto.

Sin embargo, Matvéyev opina que "es el propio EE.UU. el culpable de la aparición de un competidor de este tipo". Últimamente el papel de China en las decisiones del FMI se redujo pese a su contribución e influencia sobre la economía internacional. Sin embargo, las autoridades estadounidenses no quisieron reformar la estructura, teniendo en cuenta el peso y significado de la economía del país asiático.
  
"Son evidentes las grandes ambiciones que tiene EE.UU. en Asia, con el deseo de frenar el desarrollo de China en el escenario internacional. Luchando por el dominio en el mundo en varias direcciones al mismo tiempo, Washington está perdiendo partidos importantes", explica Matvéyev.

La creación del BAII con un capital de 50.000 millones de dólares fue apoyada por 21 países. Entre ellos destacan la India, Mongolia, Uzbekistán, Kazajistán, Sri Lanka, Pakistán, Nepal, Bangladés, Omán, Kuwait, Catar y todos los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, excepto Indonesia. 
 
El nuevo banco, que se impone como metas el desarrollo de infraestructuras de telecomunicaciones, energía y transporte en la región asiática, se centrará inicialmente en construir "una nueva ruta de la seda", iniciativa del presidente chino Xi Jinping para abrir nuevas rutas comerciales a Europa. Los proyectos incluyen también una conexión ferroviaria directa entre Pekín y Bagdad.