Casi un cuarto de los bancos españoles suspenden sus exámenes

Un total de 91 bancos europeos participaron en exámenes de estrés. 84 pasaron las pruebas, mientras que 7 suspendieron: uno alemán, otro griego y otros cinco españoles. De las 27 entidades financieras españolas sometidas a la prueba (9 bancos y 18 cajas de ahorro), 5 no pasaron.

La lista de los suspensos está compuesta por un miembro muy obvio desde el principio, Hypo Real Estate Holding AG, un banco de préstamos alemán; el banco ATE de Grecia y los cinco españoles Diada, Unnim, Espiga, Banca Civica y Cajasur, rescatado en mayo por el Banco de España.

Las pruebas tenían como objetivo verificar si las instituciones financieras serían capaces de resistir nuevos choques económicos. Los examinadores medían cómo afectaría a los bancos una caída drástica del coste de una serie de activos, causada, por ejemplo, por el derrumbe de un mercado.

En caso de concluir que, por ejemplo, la caída brusca de precios inmobiliarios privaría al banco de todo su capital, se considera que la entidad fracasó en el examen. Entonces, los reguladores solicitarían que el banco refuercen sus finanzas, a través de la emisión de más acciones o empleando otras medidas 'salvavidas'.

El déficit de liquidez en los bancos que no llegaron a pasar las pruebas se estima en un total de 3.500 millones de euros.

Las autoridades de la Unión Europea se mostraron muy optimistas frente a los resultados generales y consideran que los datos de las pruebas de estrés son capaces de tranquilizar a los mercados, preocupados por las pérdidas bancarias no declaradas durante la crisis.

Según el Comité Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS), los 'duros' examinadores de esta prueba, la iniciativa logró demostrar que, a pesar de la crisis con la deuda de los gobiernos y la peor recesión durante los últimos 60 años, el sistema bancario europeo goza de buena salud y tiene la suficiente resistencia como para capear una economía más débil y una mayor turbulencia en los mercados financieros.