Sin lugar a dudas, explica el economista, Japón está desesperado. Su declive económico dura décadas y sus niveles de deuda han superado todos los límites. En una situación de estas características, imprimir más dinero parece una solución fácil, reconoce, pero, como la historia nos ha demostrado, siempre termina mal.
En la guerra de divisas hay tanto ganadores como perdedores
Los japoneses están destruyendo la credibilidad de su moneda en un último esfuerzo para impulsar el crecimiento económico a corto plazo. ¿Por qué han optado por devaluar su moneda?
De acuerdo con Snyder, hay demasiadas razones que explican por qué las naciones hacen esto. Una de las razones, dice, es que la medida simplifica el proceso de pago de la deuda. La del Gobierno nipón es de un 250% del PIB y la total es de aproximadamente un 600%. "Cuando tienes más dinero flotando por ahí, se vuelve más factible lidiar con los agobiantes niveles de deuda", explica.
En segundo lugar, agrega, las naciones optan por devaluar sus monedas, ya que esto reduce el costo de sus productos en el escenario mundial y ayuda a vender más cosas a otros.
De acuerdo con Snyder, "en la guerra de divisas hay tanto ganadores como perdedores". Por ejemplo, lo que el Banco de Japón acaba de hacer ya está teniendo graves consecuencias para los fabricantes de automóviles de Corea del Sur. En Seúl, las acciones de los fabricantes de automóviles Hyundai Motor y Kia Motors cayeron un 5,9% y 5,6% respectivamente este lunes.
"Aumentando las exportaciones mediante la devaluación de la moneda uno quita negocio a otras personas y, como resultado, otras naciones comienzan a devaluar sus monedas en un intento de mantener su competitividad", añade el economista. "Es por eso por lo que lo llaman una guerra de divisas", asevera.