Economía
Cómo la escasez de agua detendrá la 'revolución del esquisto' en EE.UU.
Uno de los mayores retos del sector dedicado al desarrollo de los depósitos de esquisto es la cantidad de agua usada en la producción de petróleo y gas. Los expertos advierten de que la escasez de agua puede frenar la 'revolución del esquisto'.
¿Pero qué puede reemplazar el agua? La industria utiliza a menudo dióxido de nitrógeno y de carbono para reducir el consumo de agua. A diferencia del dióxido de carbono, el agua puede ser utilizada solo una vez, ya que se contamina con productos químicos y su eliminación se convierte en otro problema.
El CO2 se utiliza en un estado refrigerado, lo que supone un estado transitorio entre las sustancias sólidas y líquidas. Una de las tareas principales es determinar la "viscosidad" correcta del dióxido de carbono, ya que es necesario alcanzar los indicadores que permitan alcanzar efectos característicos de agua.
También hay problemas asociados con el transporte, ya que se necesita una cantidad enorme de CO2 y muchos pozos están ubicados muy lejos de las tuberías.
A principios de año General Electric (GE) anunció que destinará 10.000 millones de dólares adicionales hasta 2020 para necesidades "ambientales". Una parte de este dinero será destinada a la reducción del consumo de agua. GE y Statoil tienen previsto cooperar en la investigación de la utilización de dióxido de carbono. Ambas empresas esperan encontrar una manera de extraer gas en la salida de los pozos, procesarlo y luego usarlo repetidamente para la extracción.
En teoría la sustitución del agua resolvería una serie de problemas. Pero todavía queda mucho por hacer antes de plasmar estas tecnologías en realidad, y muchas empresas petroleras no se ven muy entusiasmadas con la idea. Y ahora la caída del precio del petróleo hace que la perforación el roca de esquisto no sea muy atractiva, por lo que los costes adicionales sólo empeorarían la situación.
En suma, la escasez de agua aumenta la presión y hay una posibilidad real de que el desarrollo de depósitos de esquisto se vea frenada por esta razón. Y las nuevas tecnologías no podrán ayudar a evitarlo, concluye el portal.
El CO2 se utiliza en un estado refrigerado, lo que supone un estado transitorio entre las sustancias sólidas y líquidas. Una de las tareas principales es determinar la "viscosidad" correcta del dióxido de carbono, ya que es necesario alcanzar los indicadores que permitan alcanzar efectos característicos de agua.
También hay problemas asociados con el transporte, ya que se necesita una cantidad enorme de CO2 y muchos pozos están ubicados muy lejos de las tuberías.
A principios de año General Electric (GE) anunció que destinará 10.000 millones de dólares adicionales hasta 2020 para necesidades "ambientales". Una parte de este dinero será destinada a la reducción del consumo de agua. GE y Statoil tienen previsto cooperar en la investigación de la utilización de dióxido de carbono. Ambas empresas esperan encontrar una manera de extraer gas en la salida de los pozos, procesarlo y luego usarlo repetidamente para la extracción.
En teoría la sustitución del agua resolvería una serie de problemas. Pero todavía queda mucho por hacer antes de plasmar estas tecnologías en realidad, y muchas empresas petroleras no se ven muy entusiasmadas con la idea. Y ahora la caída del precio del petróleo hace que la perforación el roca de esquisto no sea muy atractiva, por lo que los costes adicionales sólo empeorarían la situación.
En suma, la escasez de agua aumenta la presión y hay una posibilidad real de que el desarrollo de depósitos de esquisto se vea frenada por esta razón. Y las nuevas tecnologías no podrán ayudar a evitarlo, concluye el portal.
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