En 1929, un economista estadounidense llamado Jerome Levy auguró que se avecinaba una crisis y vendió sus acciones antes del desplome de la Bolsa de Nueva York. En febrero del 2007, la empresa consultora que lleva su nombre vaticinó que los problemas vinculados al mercado de las hipotecas de alto riesgo se extenderían a prácticamente todos los mercados financieros y así fue, apunta la agencia Bloomberg.
Los analistas de la consultora Jerome Levy Forecasting Center, dirigida actualmente por David, el nieto de Jerome, muestran su preocupación ante la situación actual. Estos expertos sostienen que existe un 65% de probabilidades de que se produzca una recesión a nivel mundial a finales del próximo año.
Esta previsión contradice a las de Morgan Stanley y Goldman Sachs, dos de los mayores bancos comerciales de EE.UU., que consideran que todavía hay espacio para que las acciones crezcan.
"Es evidente que la dirección que toman la mayor parte de las noticias recientes relacionadas con la economía mundial nos llevan a una recesión en 2015", señaló David Levy a sus clientes en un reciente comunicado.
Levy opina que los legisladores de EE.UU. y muchas economías avanzadas cuentan con poco margen de maniobra para revertir el desplome de la economía y los riesgos de la baja inflación conducen a la deflación en muchas partes del mundo.
Muchas de estas economías todavía tienen excesos en sus hojas de balance y eso, según Levy, las expone a una nueva crisis financiera. Los más vulnerables al mercado bajista, agregó, serán los hogares.