El presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, renunciará el primero de octubre y será reemplazado por el estadounidense Robert Dudley, informó la compañía británica.
BP señaló que la decisión se tomó de mutuo acuerdo. "La Junta Directiva de BP está profundamente entristecida por perder a un director general cuyo éxito en los últimos tres años dirigiendo el desempeño de la compañía fue tan amplia y merecidamente admirado", afirmó el presidente de BP, Carl-Henric Svanberg, en un comunicado, agregando que la explosión en la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México, fue un "incidente excepcional" para la compañía.
Según una fuente cercana a la empresa, el presidente ejecutivo saliente será designado director no ejecutivo de TNK-BP Ltd., empresa conjunta rusa del gigante petrolero británico.
Svanberg afirmó que Dudley, de 54 años, era un "operador sólido en las circunstancias más duras". Sin embargo, resultaría sorprendente que volviera a TNK-BP, la filial en la que desempeñó el cargo de presidente y director ejecutivo entre 2003 y julio de 2008, época en la que fue retirado de su puesto tras un conflicto con los accionistas de la empresa mixta. En aquel entonces los socios rusos en la Junta Directiva de la compañía exigieron que renunciara acusándole de favorecer los intereses de BP. Por su parte, la petrolera británica negó estas imputaciones señalando que se trataba de un intento de los socios rusos de apoderarse del control de la empresa conjunta.
Dudley, que ahora supervisa las acciones diarias de BP en respuesta al vertido, operará en Londres cuando asuma el cargo y cederá sus actuales funciones en Estados Unidos a Lamar McKay, el director y presidente de BP America.
"BP sigue siendo una empresa fuerte con buenos activos, gente excelente y una participación vital por desempeñar en la satisfacción de las necesidades de energía en el mundo", expresó el presidente de la petrolera. "Pero en adelante será una compañía diferente, necesitada de un nuevo liderazgo apoyado por una administración robusta y una junta directiva muy comprometida".
El coste que BP tendrá que pagar por el incidente del vertido será elevado. La petrolera británica anuncia unas pérdidas récord de 13.000 millones de euros (unos 17.000 millones de dólares) entre abril y junio, tras producirse el accidente.
"Los costes por la respuesta al derrame en el Golfo de México son muy significativos en estas pérdidas", anuncia BP en un comunicado. De hecho, el flujo de caja, por ejemplo, fue un 31% superior en el segundo trimestre respecto al mismo periodo de 2009.
Para hacer frente a la reparación de los daños provocados por la marea negra, la petrolera británica ha anunciado a los accionistas que venderá hasta 30.000 millones de dólares en activos en el próximo año y medio.
Estos activos en venta serán principalmente del negocio 'upstream' (exploración y extracción). A pesar de deshacerse de esta cartera, BP asegura que la compañía tendrá un volumen de negocio "menor pero con un negocio de exploración y producción de mayor calidad".