Cuba actualiza su modelo económico
Cuba descarta reformas económicas como la entrega de la propiedad estatal, aunque amplia la práctica de fundación de pequeños negocios, la contratación de mano de obra y comercialización de algunas producciones, en un intento de actualizar el actual modelo socialista y enfrentar la crisis.
El presidente de la república, Raúl Castro, anuncia tímidos avances para atraer inversiones y encarar la crisis financiera: autorizó a los cubanos a abrir pequeños negocios, contratar mano de obra y comercializar algunas producciones, como parte de su política de reducción progresiva de los empleos estatales. Sin embargo, reafirmó que el carácter socialista del sistema político y social del país es “irrevocable”.
El Ministro de Economía, Marino Murillo, confirmó las palabras del jefe de Estado y advirtió que se ha descartado cualquier reforma capitalista.
"No se puede hablar de reformas. Nosotros estamos estudiando una actualización del modelo económico cubano", señaló Murillo.
El ministro explicó que se ampliará a otros servicios el plan de arrendamiento que existe para barberías y peluquerías que comenzó a funcionar de manera experimental en abril en los locales pequeños que hay en la isla, que en total son 1.500, con el objetivo de reanimar el deficiente sector de los servicios.
Aunque se analicen experiencias económicas de otros países (en aparente alusión a los ejemplos comunistas de Vietnam o China que atraen enormes flujos de inversiones internacionales) el esquema que se está diseñando “no es una copia fiel de nadie”, sino producto de la experiencia cubana, afirmó Murillo.
“El modelo económico cubano primero tiene que tener una característica, la defensa de la revolución y la ratificación del socialismo”, manifestó el ministro.
Además, en 2011 se realizará un nuevo tratamiento laboral y salarial para los trabajadores excedentes del Estado. Esas medidas suprimen “los enfoques paternalistas que desestimulan la necesidad de trabajar para vivir y con ello reducir los gastos improductivos”, indicó Raúl Castro.
La isla es golpeada por un fuerte deterioro económico por el impacto de la crisis financiera global, el casi medio siglo de bloqueo de Estados Unidos y los daños de los tres huracanes que la azotaron a fines de 2008 y dejaron pérdidas por unos 10 mil millones de dólares.
A esos males se han unido la baja productividad y la ineficiencia de buen número de sus empresas estatales, algo que el propio Castro ha criticado públicamente en más de una ocasión.