El columnista destaca que Alemania es un gran jugador en la política europea y el único Estado capaz de implementar políticas económicas de modo tal que gran parte de las élites europeas sigan el mismo camino equivocado.
Según opina en su artículo, el déficit comercial de Francia, que suele ser criticado por la pérdida de competitividad, es insignificante. Desde la introducción del euro, el índice del PIB francés crece un 1,7% al año, mientras que el costo de unidades de trabajo trepa un 1.9% al año. En Alemania tal crecimiento es del 1% y el 0,5%, respectivamente.
"En otras palabras, si hay un problema en la competitividad de Europa, es causada principalmente por la política que busca empobrecer al vecino" que está llevando a cabo Alemania, exportando deflación a sus países vecinos", concluye.