A partir del supuesto de que la producción de gas de esquisto en EE.UU. crecerá en las próximas décadas hasta el año 2040, las empresas hicieron fuertes apuestas en el sector. Se estima que durante los próximos 20 años la industria y los productores de electricidad inviertan cientos de miles de millones de dólares en nuevas centrales de gas. Además, grandes sumas se destinarán a la construcción de instalaciones de exportación que abastecerán de gas natural licuado a Europa, Asia y América del Sur.
Sin embargo, un examen minucioso de los supuestos en los que se basan estas previsiones sugiere que son demasiado optimistas, en parte debido a que las estimaciones del Gobierno se basan en investigaciones poco exhaustivas de las formaciones de esquisto, informa el portal financiero Vesti Ekonómika.
Ahora las previsiones de los expertos son más conservadoras. Así, un equipo de la Universidad de Texas llegó a la conclusión de que estas formaciones tienen solo pequeñas 'islas' donde realmente resulta rentable extraer gas, y vastas áreas donde los pozos son menos productivos. Como resultado, las empresas que buscan extraer el máximo posible y empezar enseguida a exportar pueden sufrir un fiasco.