El jefe del Gobierno ruso, Vladímir Putin, participó en la apertura de un tramo del oleoducto que transportará combustible de Rusia a China durante su viaje por las regiones del Lejano Oriente de Rusia.
Se trata de un ramal del gran oleoducto llamado ‘Siberia Oriental–Océano Pacífico’ que está en construcción desde 2006 y cuyo objetivo es unir los yacimientos de Siberia con los puertos del Pacífico en el Lejano Oriente de Rusia. Se estima que la extensión total de esta tubería será de unos 4.200 kilómetros. La construcción del tramo a China se inició en febrero de 2009 a cargo de las empresas rusas Rosneft y Transneft y la china CNPC. El oleoducto recorrerá el camino entre Skovorodinó (Región de Amur, Lejano Oriente ruso) y la ciudad china de Daqing.
La extensión del oleoducto desde Skovorodinó hasta la frontera con China es de 72 kilómetros. Según informó Vladímir Putin, la parte rusa del proyecto ya está terminada, pero los socios chinos continuarán trabajando. “Todavía tienen mucho trabajo por hacer, construir 930 kilómetros más. Pero estoy seguro de que este año el petróleo ruso llegará a China”, dijo el jefe del Gobierno ruso.
Según el primer ministro, esto será “no sólo un suministro de materias primas a China, sino un gran proyecto que fortalecerá nuestra colaboración energética”. Putin señaló que mientras que los socios chinos participan en la extracción del crudo en territorio de Rusia, las empresas rusas son accionistas de algunas refinerías de petróleo chinas. “Este proyecto es importante para nosotros por que así diversificamos los suministros de nuestras materias primas”, anunció Putin.
Antes la mayor parte de los suministros del crudo ruso iban para Europa, pero con la puesta en marcha del nuevo oleoducto se podrá transportar anualmente hasta 50 toneladas de crudo ruso a China, que es uno de los mayores mercados energéticos del mundo. “Esto será una buena alternativa a nuestra ruta europea”, señaló Putin.