Las seis más importantes destilerías de tequila en México se unieron para crear Blue World, un consorcio de exportadores que buscan desarrollar la venta de tequila en nuevos mercados tales como China. Este país asiático, a su vez, está pensando seriamente invertir en el tequila mexicano.
La decisión de lanzarse al mercado asiático está vinculada con la caída en 2009 de más de 25% del valor de las exportaciones totales de México a Estados Unidos, su principal socio comercial.
Los mexicanos pusieron sus ojos en China no solo para ingresar uno de sus mejores productos, el tequila, sino también para introducir la comida mexicana y otras bebidas típicas. Asia constituye un mercado sumamente interesante para México, país productor de bebidas, sabores y aromas que no se encuentran en dicho continente.
A pesar de las señales positivas, abrir el mercado virgen supone ciertas dificultades, entre otros: el nulo reconocimiento del tequila de alta gama de unos 60 a 70 dólares por unidad, una botella particular que se exige para este tipo de bebidas, y el hecho de que pocos consumidores chinos conocen la diferencia entre distintos tipos y calidades del destilado del maguey. En China se restringe el acceso de tequilas con alto contenido de alcohol y sólo permite tequilas mixtos con niveles bajos de alcohol.
De todas formas, se trata de un magnífico ejemplo para todos los productores y emprendedores del mundo, quienes tal vez puedan comenzar a redirigir sus exportaciones y proyectar nuevos objetivos, sobreviviendo a una situación económica inestable.
Los gobiernos de ambos países están trabajando en la solución a la regulación que limita el tequila. Sin embargo, todavía se espera la luz verde de parte de Beijing. Mientras tanto, uno de los seis dueños de las destilerías, Armando Rojas, distribuye bebidas alcohólicas en Hong Kong. Rojas confía en que sus botellas entren en el continente a finales de este año, después de otros productos de lujo mexicanos como el abulón y la langosta.
Una vez que el tequila de alta calidad de Rojas sea permitido en el mercado de China continental, el licor tiene un largo camino por recorrer para encontrar la popularidad que actualmente gozan la cerveza y el vino.