La capital del norte de Rusia, San Petersburgo, ha llegado a convertirse en un centro de la industria automovilística de esta región mundial. A las fábricas de las marcas japonesas Toyota, Nissan y de la estadounidense General Motors se suman las del consorcio surcoreano Hyundai y de la compañía canadiense Magna que serán inauguradas por el primer ministro de Rusia, Vladímir Putin.
La empresa Hyundai lanzará a partir de 2011 el sedán S, proyectado especialmente para Rusia. Se prevé que la producción de los automóviles de la compañía alcance las 100.000 unidades anuales con la perspectiva de llegar incluso a 150.000. Esta será la primera fábrica extranjera de automóviles en Rusia de ciclo completo y la cuarta del sector en San Petersburgo.
Además, en San Petersburgo abre su filial uno de los más grandes fabricantes mundiales de componentes automovilísticos: la compañía canadiense Magna.
En la ceremonia de apertura de las dos factorías participará el jefe del gobierno ruso, Vladímir Putin, quien también celebrará una reunión para tratar los problemas del desarrollo de la producción automovilística en el marco de su viaje por San Petersburgo y la región de Leningrado, que se prolongará hasta el 22 de setiembre.