McDonalds, el gigante de las hamburguesas y las papas fritas, y el proveedor de colesterol más grande del mundo, parece ser insumergible, incluso en las actuales condiciones de crisis económica. Sin embargo, hasta una empresa así de fuerte debe adaptarse a los difíciles tiempos de recesión...
Por eso, en enero de 2011 en Hong Kong, la cadena inaugurará un nuevo servicio, totalmente ajeno a su naturaleza, pero necesario tanto para mejorar la situación financiera como para brindar una alternativa a sus clientes: el banquete de bodas de McDonalds, un nuevo negocio de la multinacional, para los que buscan celebrar su casamiento de una manera más barata.
A diferencia de los menús de boda que ofrecen los restaurantes y por los cuales los recién casados tienen que desembolsar decenas de miles de euros, la carta de McDonalds será más que una ganga. Los novios, junto con sus invitados, podrán acudir a la caja de una de las tres sucursales que dispongan del menú nupcial, hacer la cola y llevarse las bandejas llenas de hamburguesas, papas fritas y gaseosas.
El coste de estos banquetes no superará unos cientos euros, mientras que las cuentas en los hoteles y restaurantes alcanzan entre 20.000 y 40.000 euros.
Pero detrás de los precios seductores, como siempre, hay una trampa. Algunos lo pueden calificar como una desventaja, pero McDonalds ya ha avisado de que no se servirán bebidas alcohólicas, así que los huéspedes tendrán que disfrutar de gaseosas o jugos. Al mismo tiempo, mientras que los salones restringen su entrada en las celebraciones de casamientos o bautismos, pues ¡McDonalds no! Dejará las sucursales abiertas para sus clientes habituales.
La decisión de estrenar los banquetes de bodas precisamente en Hong Kong se debió al hecho de que la percepción de la cadena allí es mucho más positiva que en la mayoría de los países occidentales, pues el McDonalds asiático dispone de una oferta muy amplia de comidas típicas y aptas para la dieta. Así que es muy probable que el nuevo negocio cree una lista de espera para celebrarlo. Eso sí, si uno se atreve a festejar su boda en McDonalds, le tiene que gustar mucho la comida rápida... todo lo que allí se viva será un paso atrás en el camino a la silueta modelo.