El gobierno de Estados Unidos rebajó su participación en el gigante automovilístico General Motors al 26%. En 2009 había adquirido el 61%. El Estado vendió un total de 412 millones de acciones, por encima de las 303 de las que esperaba librarse inicialmente.
La medida permitirá recaudar unos 13.000 millones de dólares, para recobrar lo desembolsado en el rescate de la automotriz en 2009. De los 49.500 millones de dólares adelantados, el Estado ha logrado recuperar solamente 9.500 millones.
El salvamento de GM ayudó al fabricante de automóviles a evitar la quiebra y la pérdida de miles de puestos de trabajo en la compañía y sus proveedores.
El fabricante automovilístico volvió a ser una compañía con presencia en la bolsa, al efectuar una oferta inicial de acciones que puso fin al dominio del gobierno y finalizó una etapa extraordinaria en la historia empresarial de Estados Unidos.
GM fijó el precio de 33 dólares por cada acción común, un costo más alto del que la compañía y sus banqueros consideraban apenas hace algunos días, informó 'The Wall Street Journal'. La oferta pública inicial del gigante automovilístico se totalizó en 18.100 millones de dólares en acciones comunes, más 4.350 millones de dólares en títulos preferenciales.
La venta de acciones marcó el mayor paso que ha dado la compañía para distanciarse del gobierno de EE.UU. Barack Obama dijo que la oferta pública inicial de GM era un "importante hito" para la recuperación de la compañía y de toda la industria automotriz de su país.
"Mediante la oferta pública inicial, el Gobierno reducirá su participación en GM casi en la mitad, continuando nuestro compromiso disciplinado para salir de esta inversión, mientras protegemos al contribuyente estadounidense", señaló Obama, citado por Reuters.
El gobierno necesita que las acciones de GM suban mucho en los próximos años para recuperar todo el dinero que inyectó. Aunque el gobierno ha aceptado no vender títulos adicionales en los próximos seis meses, luego de ese plazo se espera que se desprenda del resto de su participación accionaria, indicó el rotativo estadounidense.
En junio del 2009, GM solicitó protección por bancarrota, y al recibirla empezó a salir de la mayoría de sus deudas, pero con el control mayoritario del gobierno estadounidense. El Tesoro ha seguido de cerca las operaciones de la compañía, aunque no ha guiado sus decisiones o estrategias.