La economía de Estados Unidos incrementó su desarrollo un 2,5% en el tercer trimestre. Es más de lo que se esperaba, pero la progresión no da ocasión para el optimismo: los economistas predicen que el estado financiero de EE. UU. seguirá siendo vulnerable en 2011, afectado por los elevados niveles de deuda pública, el desempleo y la regulación corporativa.
El PIB estadounidense aumentó en un 2,5% interanual frente al 2,4% que pronosticaba el mercado, debido a la mayor solidez de las exportaciones y el gasto del consumidor y del Gobierno. Pero el entusiasmo económico se oscurece por una caída mayor a la esperada en las ventas de casas usadas durante octubre y los elevados niveles de deuda pública y desempleo, junto a la regulación corporativa.
Las ventas de casas usadas en Estados Unidos cayeron un 2,2%, frente al 1% predicho por los economistas. El sector inmobiliario sigue siendo uno de los puntos más débiles de la economía estadounidense.
Además, los analistas pronostican que la tasa de paro seguirá siendo alta y que el gasto de los consumidores será moderado el próximo año, a medida que las compañías y las personas continúen sintiendo los efectos de la peor recesión en décadas. Así lo indicó 'The Wall Street Journal', apoyándose en un sondeo de economistas encuestados por la Asociación Nacional para la Economía de los Negocios ('NABE' en inglés).
Los especialistas esperan que el PIB de Estados Unidos crezca un 2,6% en 2011 y este año se incremente al 2,7%, tasa inferior a las vistas luego de recesiones pasadas. En cuanto a la decisión de la Reserva Federal de EE. UU. de comprar más títulos del Tesoro para mantener las tasas crediticias bajas y la economía en una dirección ascendente, no hay aún una opinión definida.