El 'Ciberlunes' justificó las esperanzas de los minoristas al incrementar el nivel de ventas hasta unos 1.000 millones de dólares, informó la Federación Nacional de Minoristas de Estados Unidos.
De acuerdo con las estimaciones preliminares, el volumen de las ventas del 'Ciberlunes' superó las cifras del año pasado por al menos un 10%. En términos absolutos las tiendas en línea lograron vender los artículos por valor de unos 1.000 millones de dólares y unos 107 millones de internautas efectuaron compras por Internet.
Según otros datos de la compañía Coremetrics, las ventas en Estados Unidos por la red aumentaron en un 19,4% respecto al 2009, con un incremento de un 8,3% en el valor promedio de los pedidos desde 180,03 dólares el año pasado hasta 194,89 dólares.
El segmento de lujo también registró una fuerte subida, así las ventas de joyas se elevaron un 60,3%.
"Los consumidores este año, con más voluntad abren sus monederos y recurren a las compras en línea no sólo como a una fuente de adquisiciones convenientes sino también como a una fuente primaria de información sobre productos y su disponibilidad", afirma Coremetrics.
Siendo excepcionalmente una estrategia de marketing, el 'Ciberlunes' consigue incrementar cada año el número de compradores. La primera de estas jornadas se inició en 2005 cuando los estadounidenses compraron bienes sólo por un importe de 490 millones de dólares. En 2009 las ventas en ese día ascendieron a 887 millones de dólares y fue el segundo por los ingresos del año.
Los índices del día de compras activas en línea excedieron los del 'Viernes Negro' un 31,1%.
Los expertos vinculan el aumento de las ventas con la mejora de la situación macroeconómica en Estados Unidos y como resultado la confianza en el futuro que explica la disposición de los estadounidenses para gastar los recursos acumulados o prestados.
Sin embargo, la mayoría de los analistas tienden a evaluar más cautelosamente la situación. Según ellos, las tiendas consiguieron atraer a los compradores adicionales sólo debido a los descuentos.
"Ciertamente el aumento del número de compradores y el crecimiento de las ventas son muy alentadores, pero no debemos olvidar que el consumidor todavía tiene dudas acerca de la situación económica, el alto desempleo y las deudas. El motor del crecimiento aquí fue un intento de encontrar el mejor precio de la oferta, el deseo de agarrar al menor precio posible, en vez de la confianza en el futuro", señaló el vicepresidente ejecutivo de BIGresearch Phil Rist.