Las autoridades de los estados norteamericanos de Arizona y Nevada llevarán a los tribunales el caso contra el Banco de América, una institución que, según ellos, tiene mucha responsabilidad de la grave recesión que sufrieron las regiones. Durante la crisis económica el banco se obligó con aplicar las medidas, que incluían una política flexible sobre los préstamos hipotecarios de la gente, pero en realidad no las realizó. Ya que precisamente disponía del mayor grado de los préstamos de este tipo, y ellos presentaron un gran factor del desarrollo de la crisis, el comportamiento de la entidad llevó a estos territorios a una situación muy dura.
Las modificaciones de los préstamos que debía aplicar el banco estaban dedicadas a reducir la cantidad del dinero mensual pagado por los clientes. Beneficiaría tanto a ellos, ya que no perdieran sus casas, como a los bancos, porque les costaría menos que la anulación de los contratos. Pero muchas personas, que tenían préstamos en el Banco de América, esperaron la modificación de las condiciones por meses y por fin recibieron la negación.
Ahora los clientes junto al Gobierno acusan a las autoridades bancarias de que faltan tomar las medidas necesarias en el tiempo adecuado. Se reporta también que la jefatura de la entidad financiera hasta impuso sanciones contra los trabajadores, que gastaban más de cinco minutos a cada cliente con el problema con los préstamos, de este modo también impidiendo la ayuda a ellos. Si el tribunal acuerda con estas acusaciones, este banco podrá pagar hasta 35.000 dólares por cada contrato estipulado de un modo incorrecto.