El Gobierno de España ha firmado hoy un acuerdo social y económico con los sindicatos y las organizaciones empresariales para paliar las consecuencias de la profunda crisis económica que está afectando al país. El documento abarca diversas esferas, desde la reforma de las pensiones que aumenta la edad jubilatoria de 65 a 67 años, hasta convenios en el área laboral, industrial y energética.
El presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, rubricó el documento en el Palacio de la Moncloa junto con el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y los representantes de las pequeñas y medianas empresas y de los sindicatos. Según el ministro de Trabajo, el pacto firmado es un "éxito colectivo" que contempla "reformas para el crecimiento, para el empleo y para garantizar el futuro de nuestras pensiones".
El Gobierno espera que el convenio ayude a disipar las dudas de los inversionistas respecto a la salud de las finanzas españolas, que podrían obligar al país a solicitar un rescate. Los dirigentes sindicales calificaron el acuerdo como una vía para "combatir la crisis y generar empleo".
La crisis económica en España y el derrumbe del sector inmobiliario han llevado a la desaparición de millones de puestos de trabajo. Según las cifras divulgadas hoy, en enero el desempleo subió en España en 130.930 personas, es decir, un 3,19% más que en diciembre. Asimismo, el número total de personas sin empleo alcanzó los 4.231.003.
La prima de riesgo español alcanza el nivel más bajo en los últimos meses
Con el nuevo acuerdo el Gobierno español hace otro intento más de atajar la recesión. En los últimos meses la Administración ha adoptado una serie de medidas para alejar al país de un rescate financiero. Algunas de las iniciativas, como la reforma de las pensiones y la drástica reconversión de las cajas de ahorros, ya han dado algunos frutos.
La reestructuración del sector bancario contribuyó a que la prima de riesgo –diferencia entre lo que se paga por los bonos de deuda soberana alemanes y los españoles por un plazo de 10 años– se redujera hasta los 196 puntos básicos, el índice más bajo en los últimos nueve meses. Hace apenas tres semanas el diferencial de rentabilidad del bono español frente al alemán alcanzaba los 279 puntos básicos y el país fue situado entre los estados menos solventes del mundo.
Sin embargo, después de que en la zona euro y en España particularmente el crecimiento industrial se acelerara más de lo esperado, se produjo la bajada del diferencial. La mejora ha sido registrada por la agencia de calificación Standard&Poor's, que había realizado la calificación crediticia de España.
Mientras tanto, los países periféricos se encuentran en una situación mucho menos alentadora: el riesgo país de Portugal roza los 403 puntos básicos, el de Irlanda los 560 puntos y el de Grecia, 805.