La probabilidad de que haya una guerra civil en Libia, país rico en petróleo, y las noticias acerca de la creación de un emirato islámico en una parte de su territorio, han llevado la crisis en Oriente Medio a una nueva fase. Lo que ha supuesto un aumento en el precio del crudo.
“Para el mercado del petróleo la situación actual es potencialmente más peligrosa que la crisis iraní de 1979”, indica Paul Horsnell, jefe del departamento de investigación del mercado petrolero de Barclays Capital.
“Entonces hubo una revolución en un solo país, ahora hay revueltas simultaneas en varios países. Tenemos solo 4,5 millones de barriles diarios de capacidad adicional, que es poco consolador”, señaló.
Mientras se siguen sucediendo los acontecimientos en Libia, el barril de crudo Brent, para entrega en abril, abrió hoy al alza en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres y cotizaba a 108,05 dólares, 2,31 dólares más que al cierre de la jornada anterior.
Egipto no es un activo clave en el mercado de petróleo, pero Libia tiene el yacimiento Sirte, el más grande en África con 1,4 millones de barriles diarios. La mayoría del combustible se exporta a Alemania, Italia y España. Libia ahora produce alrededor del 2% del suministro mundial.
Las compañías occidentales BP, Statoil, Total y Eni comenzaron a evacuar a todo su personal no esencial y a sus familias, aunque aclararon que esto no afectaría su producción.
Actualmente las reservas globales de petróleo son mayores que antes de la subida drástica de los precios del crudo en 2008 y la OPEP aumentará su producción en caso de necesidad. La organización se ha negado hasta ahora a responder a la situación, a pesar de que la Agencia Internacional de Energía la calificó de “alarmante”.
El Foro Internacional de Energía (FIE), integrado por los mayores productores y consumidores de petróleo y gas, celebra hoy en Riad una reunión extraordinaria, marcada por la escalada del precio del crudo debido a la crisis en Libia, informa EFE.
La reunión del FIE, a la que acuden numerosos ministros del sector y otros altos representantes de los Gobiernos participantes, está destinada a la adopción de una "Carta" que supone un compromiso no vinculante de los signatarios para mejorar la cooperación entre consumidores y productores de energía, con el fin de mitigar la volatilidad de los mercados.
Al mismo tiempo, en los últimos días los delegados de la OPEP han insistido en que el mercado está bien abastecido y no requiere un aumento del suministro.
Por otra parte, el costo de asegurar la deuda soberana de los países del norte de África y de Oriente Medio subió, luego de que dos de las tres principales agencias de calificación de crédito bajaran la nota de los títulos de Baréin y Libia.
Fitch Ratings redujo la calificación de Libia a BBB por "la erupción del riesgo político", mientras que Standard & Poor's Ratings Services disminuyó la de la deuda soberana de Bahréin a A-, debido a que prevé que las manifestaciones en el país persistan pese a las medidas de fuerza del gobierno.