Toyota Motor llama a revisión a casi 2,2 millones de automóviles en Estados Unidos, para cambiar la fijación de la alfombrilla, que en algunos casos podría meterse bajo el pedal del acelerador y dejarlo atascado.
Serán retirados los vehículos de tres modelos, que incluyen 761.000 crossovers RAV4 fabricados entre 2006 y 2010.
A principios de febrero, la Dirección de Seguridad de Tráfico de EE. UU., tras 10 meses de investigaciones, desmintió que Toyota fuera culpable en la autoaceleración de los coches debido a desperfectos del funcionamiento de la electrónica. A causa de tales sospechas, la empresa ya había retirado desde el otoño de 2009 más de 8 millones de vehículos.
La compañía Toyota ha estado en el ojo del huracán desde la serie de revisiones del año pasado, la mayor de las cuales estaba relacionada con quejas sobre una aceleración repentina. Los reguladores de EE. UU. multaron al fabricante por haber reaccionado de forma lenta ante problemas de esta índole.
El presidente de la compañía, Akio Toyoda, se ha comprometido a ser más sensible con los clientes e iniciar las revisiones de una manera más rápida y con mayor anticipación que en el pasado.