El número de desempleados en España alcanzó este mes su récord. Según datos del Ministerio de Trabajo, en febrero la cifra alcanzó las 4,3 millones de personas. Se trata del peor índice en los últimos 15 años y el más alto de la eurozona, cuya media ronda el 10%.
En comparación con el mismo período del año pasado, la economía en 2011 no sólo generó nuevos desempleados, sino que además disminuyó un 1,63% el ritmo de creación de nuevos puestos de trabajo. De acuerdo con el ministerio, en el último año un total de 225.257 personas perdieron su trabajo. Asimismo, el mes de febrero resultó ser el octavo consecutivo de aumento de paro. El sector más afectado fue el de servicios, en el que los desocupados alcanzaron las 3.559 personas ascendiendo un 1,6% de enero a febrero. Le siguen agricultura, con 8.614 nuevos desempleados; la industria, con 3.559 personas sin empleo; y la construcción con 2.550.
Para restablecer la confianza en la economía, el Gobierno español introdujo una serie de duras medidas: la congelación de las pensiones y la rebaja del sueldo a los funcionarios, recortes sociales y también la eliminación del famoso "cheque-bebé". Además, anunció privatizaciones parciales de la lotería y los aeropuertos, una reducción de impuestos para pequeñas y medianas empresas, la supresión de una prestación para los desocupados de larga duración y un alza de los impuestos del tabaco. También fue ratificado el retraso de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años. Para recibir el 100% de la pensión, los españoles deberán haber cotizado en el sistema por 37 años.
En consecuencia, las últimas medidas priorizaron la austeridad fiscal antes de las asistencias para los desempleados. Según los expertos, el panorama para los desocupados españoles parece sombrío: vaticinan que la situación no comenzará a relajarse hasta finales de 2011 o principios de 2012.