El Banco Central de Cuba ha decidido devaluar en 8% su peso convertible en relación con el dólar estadounidense, estableciendo así la paridad entre ambas divisas en un intento de crear condiciones más favorables para la realización de operaciones financieras en el interior del país.
Además, han declarado que el cambio adoptado podría contribuir al aumento de la exportación nacional y a la disminución de la importación y animar el turismo y la inversión extranjera.
La decisión, añade la institución financiera, "significa un paso discreto dirigido a propiciar una mejoría en el balance de divisas del país, pues constituye un estímulo a la actividad exportadora y al proceso de sustitución de importaciones".
Sin embargo, está vigente el gravamen de 10% para comprar en efectivo pesos convertibles cubanos con dólares estadounidenses, como "compensación por los costos y riesgos que origina la manipulación de estos últimos como consecuencia del irracional e injusto bloqueo" que EE. UU. aplica a la isla desde hace más de medio siglo.
Además, la decisión "no afecta la tasa de cambio actual del peso cubano en relación al peso convertible".
El peso convertible (CUC), que convive con el peso cubano, fue creado con una paridad igual al dólar en 1994.