La economía de Japón podría contraerse debido a las calamidades naturales que azotarón el país el 11 de marzo, pero el gobierno tiene los fondos para la reconstitución, dice la agencia calificadora Moody's.
Al mismo tiempo la compañía señala que en el transcurso de la semana pasada aumentaron los riesgos para el estado económico de Japón.
“Si el gobierno japonés no consigue detener la propagación de la radiación en la central nuclear Fukushima, se disminuirá significativamente la confianza del consumidor con las subsiguientes consecuencias negativas para el país”, indicó el vicepresidente de Moody's, Thomas Byrne.
Además, tomando en consideración la falta de suministros de energía que impide la recuperación de pleno valor es probable que el PIB de Japón se reduzca.
“No obstante, el gobierno japonés tiene los fondos necesarios y la capacidad crediticia para hacer frente a las consecuencias de la catástrofe cuyo costo tal vez exceda dos veces al del terremoto ocurrido en Kobe en 1995”, agregó Byrne.
El pronóstico de Moody's acerca de la economía japonesa en su conjunto se mantiene sin cambios: el país volverá a crecer en el segundo semestre del año gracias en gran parte a los esfuerzos de modernización.
Además, la agencia calificadora espera que los inversionistas sigan destinando recursos en obligaciones del Estado de Japón.
De acuerdo con los cálculos preliminares, el costo de los daños causados por el terremoto y el tsunami asciende a los 250.000 millones de dólares. La cifra de muertos o desaparecidos se eleva a más de 21.000, muchas empresas y hogares permanecen sin electricidad y el gobierno lucha por prevenir una catástrofe nuclear.
De este modo, el desastre natural se convertirá en el más costoso en la historia de la tierra del Sol Naciente.