Las reservas de oro y divisas (reservas internacionales) de Rusia y China aumentaron hasta niveles máximos al alcanzar 508.400 millones de dólares y 3,04 billones de dólares, respectivamente.
En siete días las reservas internacionales de Rusia se incrementaron en 3.900 millones de dólares y el 8 de abril ascendieron a 508.400 millones de dólares, informó hoy el Banco Central de Rusia.
Según la entidad, para el 1 de abril las reservas internacionales rusas equivalían a 504.500 millones de dólares.
Los activos en divisas y oro en poder del Banco Central y del Ministerio de Finanzas se calculan en dólares estadounidenses y su valor depende del cambio oficial entre el rublo y el dólar, que establece el Banco Central de Rusia en el momento de ser contabilizados.
China a su vez consiguió acrecentar sus reservas en el primer trimestre en 197.400 millones de dólares hasta 3,04 billones de dólares. En el trimestre anterior esta cifra era de 2,85 billones de dólares, según informó el Banco del Pueblo del país.
Básicamente, los resultados obtenidos se explican por las compras de activos en dólares y otras monedas por parte del Banco Central de China en un intento de controlar la tasa de cambio del yuan. EE. UU. y otros países están instando a que el gigante asiático abandone el control estricto de su moneda nacional. Al mismo tiempo, el yuan subvaluado juega a la mano de China que habitualmente muestra un superávit comercial.
Beijing en septiembre de 2010 proporcionó información detallada sobre el volumen de sus reservas. En particular, se informó que la cifra fue de 2,45 billones de dólares, de los cuales 65% se denomina en dólares, 26% en euros, 5% en libras esterlinas y otro 3% en yenes japoneses. Anteriormente, la estructura permanecía en secreto.
Las reservas de China son dos veces mayor que las de Japón, país que ocupa el segundo lugar en este indicador. Rusia, en términos de las reservas internacionales, se posiciona firmemente en el tercer lugar.
Las reservas internacionales son una cantidad determinada de recursos -generalmente dinero en diferentes monedas y oro- que los países poseen y que utilizan principalmente para cumplir con compromisos internacionales, tales como la amortización de la deuda exterior y pago de intereses, entre otros además de ser utilizadas como medio de pago.