La automotriz japonesa Toyota ha puesto nuevamente en funcionamiento todas sus fábricas en Japón, cuyas actividades se vieron afectadas tras el devastador terremoto del 11 de marzo.
La compañía suspendió el trabajo en 16 de sus 18 plantas debido a crisis energética y atómica que ha sacudido al país en las últimas semanas. La paralización de las operaciones ha impedido a Toyota fabricar unos 260.000 automóviles en Japón.
El proceso de producción tuvo que ser paralizado el 14 de marzo, debido principalmente a la escasez de piezas. El portavoz de Toyota, Shiori Hashimoto, señaló que aún no está claro cuándo Toyota podrá tener a pleno rendimiento su producción en Japón.
El 28 de marzo el fabricante automovilístico ya había reiniciado la producción de los modelos Toyota Prius, Lexus HS250h, CT200h en sus dos plantas ensambladoras clave, ubicadas en las prefecturas Aichi y Fukuoka.
Pero las actividades de las cadenas de montaje volverán a interrumpirse a partir del 28 de abril, a causa de la `Semana dorada´ en los países de Asia Oriental, período que comprende los días festivos desde finales de abril hasta el 9 de mayo.
Durante este periodo los especialistas evaluarán los volúmenes de producción alcanzados, en un intento de elaborar un plan preciso para un año.
Los expertos indican que la recuperación de la fabricación de componentes de automoción en Japón podría tomar meses y necesitar miles de millones de dólares.
"El daño causado por el terremoto y el tsunami podría ser más perjudicial de lo previsto inicialmente", aseguró el ministro de Economía de Japón, Kaoru Yosano.
Al mismo tiempo el Banco de Japón no planea emprender medidas especiales para estimular a la economía japonesa, además de la ampliación del programa de adquisición de activos. Según los analistas, es probable que el país asiático tenga que recurrir a la distribución de obligaciones o al incremento de impuestos para atraer los fondos que destinarán a la reconstrucción de infraestructuras y de viviendas en el país.
De acuerdo con las previsiones, el PIB de Japón se contraerá este año un 1,5%, a la luz de los desastres naturales.
“Después la economía japonesa comenzará a crecer, ya que se recuperará la actividad económica tras la conmoción inicial y el aumento de los gastos en la reconstrucción, pero la recuperación se verá limitada por el incremento de los impuestos y la reducción del gasto público en otras necesidades, además de la propia reconstrucción”, afirma la consultora Capital Economics.
El Gobierno de Japón en marzo predijo que el volumen de los daños para la economía del país sería alrededor de 300.000 millones de dólares.
Por otra parte, el importe de las reclamaciones de indemnización que se presentará a la compañía japonesa Tokyo Electric Power Co. (TEPCO), el operador de Fukushima-1, podría ascender a 23.600 millones de dólares, según los analistas de JP Morgan.