El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y EE. UU., que recibió la aprobación de la Casa Blanca el pasado 7 de abril, ahora está en su recta final y espera la ratificación del Congreso estadounidense. Se espera que este acuerdo tenga un impacto positivo sobre las economías de ambos países.
Colombia mandará hoy a Washington los documentos del Plan de Acción para la aprobación del TLC, anticipando la fecha inicial del 22 de abril, fijada para presentarlo al Congreso de los Estados Unidos.
El plan supone 10 pasos que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos debe realizar: desde "expandir sustancialmente antes del 22 de abril el programa de protección para dirigentes sindicales", hasta "aprobar antes del 15 de junio una reforma del código penal para castigar acciones o amenazas que perjudiquen derechos laborales fundamentales".
El acuerdo comercial con Colombia está ahora mucho más cerca de convertirse en una realidad. Los expertos indican que el convenio será beneficioso para ambos países y que contribuirá al mejoramiento de la economía y la política exterior de estas dos naciones.
Se prevé que el acuerdo rinda beneficios en generación de empleo y un incremento de las exportaciones.
Según el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, la puesta en marcha del TLC, creará 250.000 puestos directos en el país, subiendo consigo las exportaciones en un 6%.
Además, el TLC concede exenciones del 80% de las exportaciones de los productos de consumo e industriales de EE. UU. a Colombia, el 20% restante se irán desgravando gradualmente a lo largo de 10 años.
La utilidad del convenio fue también recalcada por los senadores demócratas Max Baucus y John Kerry, quienes destacaron en un artículo del rotativo estadounidense 'The Wall Street Journal', que no es un acuerdo vano, sino un documento que tiene una trascendencia económica.
Ambos acentuaron que los productos colombianos ya gozan de un acceso con reducidos aranceles al mercado de EE.UU. y que los exportadores estadounidenses deberían tener ese mismo privilegio en Colombia.
Los senadores agregaron que el TLC con Colombia se incorpora en la agenda comercial de la recuperación económica promovida por EE.UU., que ayudará a aumentar las exportaciones estadounidenses en más de mil millones de dólares anuales, lo que es "algo más que una estadística" para los agricultores y trabajadores que dependen de esas exportaciones.
"Si no somos activos (respecto a la aprobación del TLC), continuaremos perdiendo terreno", señalaron los senadores remitiendo a los hechos de que EE. UU. está perdiendo cuota en el mercado colombiano frente a países como Argentina y China, mientras Colombia ha firmado otros acuerdos con países de Europa, Asia y América.
En general, el Tratado de Libre Comercio beneficiará y reforzará la larga relación entre los dos Estados, aunque esta no es la opinión de algunos colombianos.
Hay quienes se oponen a la ratificación del TLC alegando que un pacto de esta índole amenazaría "los derechos laborales, la soberanía alimentaria y la posibilidad de desarrollo" en Colombia. En particular se ha posicionado en contra la Central Unitaria de Trabajadores, la Federación Colombiana de Educadores, así como numerosos estudiantes de diferentes universidades públicas colombianas.