El precio del oro superó el nivel de los 1.500 dólares, al ascender a un máximo histórico de 1.507,15 dólares la onza, estimulado por la situación económica inestable en EE. UU.
¿Qué dispara el precio del oro?
La expansión de la demanda del oro se debe a una reacción a un informe de la agencia Standard & Poor's de rebajar a "negativa" la perspectiva de la calificación de la deuda de EE. UU. Su efecto sobre el crecimiento del atractivo del metal noble como un instrumento de inversión alternativa hizo que se debilitara la cotización del dólar con respeto a las monedas más importantes del mundo.
Además de la continua inestabilidad en el mundo árabe, los inversores están inquietados por las consecuencias de los desastres naturales y antropogénicos en Japón, el fortalecimiento de las tendencias inflacionistas en Europa y China, el agravamiento de los problemas de la deuda soberana en la zona euro, a la luz de las últimas noticias alarmantes de Portugal y Grecia, lo que también disparó el precio del oro.
Basándose en estos factores, los expertos no descartan la posibilidad de que el coste del metal pueda subir hasta los 1.700 dólares por onza a finales de este año.
A corto plazo los precios del oro se proporcionarán con un sólido apoyo, según los analistas, tomando en consideración la posición negativa del jefe de la Reserva Federal de EE. UU. (FED), Ben Bernanke, acerca del endurecimiento de la política monetaria del país.
¿Una nueva crisis económica a la vista?
A su vez el presidente de EE.UU. Barack Obama declaró que la reducción excesiva del gasto público podría conducir a una nueva crisis económica.
“Si todo lo que realizamos es sólo la reducción de la financiación del aparato estatal, si lo implementamos sin discernimiento, recortando los fondos para las áreas que contribuyen a la creación de nuevos puestos de trabajo, el déficit podría aumentar y nos sumergiremos en una nueva crisis económica”, dijo el líder estadounidense durante el encuentro con los usuarios de la red social Facebook.
Obama recalcó que emprendería todos los esfuerzos para hacer frente al creciente déficit presupuestario y la deuda pública de EE. UU. antes del final de su mandato.
El déficit del presupuesto federal en marzo de 2011 ascendió a 188.000 millones de dólares, tres veces más que el periodo análogo del año anterior (65.000 millones de dólares). Los indicadores están registrando un récord por trigésimo mes consecutivo.
A finales de enero de 2011 EE. UU. publicó un pronóstico sobre la dinámica del déficit presupuestario del país, según el cual el índice alcanzará los 1,5 billones de dólares, o sea el 9,8% del PIB.
Además, el 16 de mayo el país podría alcanzar el límite de endeudamiento y perder la oportunidad de recaudar fondos para financiar el gasto público si el Congreso no toma las medidas necesarias, lo que a su vez conducirá a una nueva crisis económica.