El Fondo Monetario Internacional (FMI) predice que China se convertirá en la primera economía mundial en 2016 en términos del volumen del PIB al aventajar a EE. UU.
¿EE. UU. ha perdido ya la primacía económica?
Muchos analistas creen que EE. UU. ya ha perdido la primacía: se trata de la base de los cálculos del PIB. En el país, por ejemplo, el PIB se calcula tomando en consideración el valor de acciones, obligaciones, hipotecas y otros derivados del mercado.
Por ejemplo, si el precio de las acciones de una empresa que cotizan en el American Stock Exchange es de 10 dólares, su valor se incluye en el cálculo del PIB estadounidense, aunque las capacidades de producción puedan encontrarse situadas precisamente en China. Además se emite una hipoteca para esta acción cuyo costo puede ascender desde 1 hasta 10 dólares que también se toma en cuenta calculando el PIB.
El proceso de emisión de hipotecas es infinito. Así, una acción acumula decenas de derivados que también se incorporan en el PIB estadounidense.
El PIB de EE. UU. : ¿deliberadamente inflado?
La crisis de 2008 mostró que el valor de estos derivados puede descender precipitadamente, lo que a su vez llevó al colapso de muchas empresas financieras. Los derivados no tienen un equivalente real estimado en bienes concretos; en otras palabras, representan fondos efímeros, así como las acciones que también pueden depreciarse. Incluir el valor de estos títulos en el PIB significa que se convierte en deliberadamente inflado.
La balanza se inclina a favor de China
Además la moneda china –el yuan– está devaluada. China reduce artificialmente el tipo de cambio de su divisa debido a la intervención masiva en el mercado. El FMI no considera los tipos de cambios de las monedas nacionales prestando atención solo a la paridad del poder adquisitivo, pero hasta aquí el cómputo se muestra a favor de China.
El FMI comparó los ingresos y los gastos de la población en China y EE. UU. Según la paridad del poder adquisitivo, el PIB de China crecerá en 2016 hasta los 19 billones de dólares desde los 11,2 billones este año, mientras el PIB de EE. UU. para 2016 será de 18,8 billones de dólares en comparación con los 15,2 billones de dólares previstos para 2011. En otras palabras, la participación del PIB estadounidense en la economía mundial se reducirá hasta el 17,7% y la de China se incrementará hasta el 18%.
La mayoría de los expertos coinciden en la opinión de que el PIB de los países debe ser calculado sobre la base del valor monetario de los bienes y servicios producidos en el país. Es evidente que se producen más servicios en China, ya que la población china supera a la de EE. UU.
Además, en el gigante asiático se producen más bienes que en EE. UU. En la fabricación de acero, cemento, hormigón, materiales de construcción, productos derivados del petróleo, cereales y muchos otros bienes China ya ha superado a Estados Unidos.
Todo esto da motivos para creer que China se convertirá en la primera economía mundial, ya que tiene todas las premisas para alcanzar este objetivo.
Anteriormente, las entidades globales también deliberaban sobre los plazos del ascenso de China al trono global. En particular, en marzo pasado el Banco Mundial predijo que China podría adelantar a EE. UU. y convertirse en la primera economía del mundo si sigue manteniendo un crecimiento anual del 8% en su PIB durante los próximos 20 años.