La muerte del terrorista 'número uno', Osama bin Laden, podría estimular la confianza de los consumidores y contribuir al crecimiento del mercado de EE. UU. y a la recuperación económica del país, indicó la ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde.
“La economía estadounidense, así como los ciudadanos, reacciona muy rápidamente a todo lo que pasa […] No me sorprendería que este evento tuviera un efecto positivo en la confianza de los consumidores”, comentó su posición la jefa del Ministerio de Finanzas de Francia.
Christine Lagarde agregó que la muerte de la persona responsable del atentado del 11 de septiembre de 2001 podría “curar la herida que lleva una década sin cicatrizar”.
La opinión sobre la recuperación económica de EE .UU. estuvo apoyada también por “el oráculo de Omaha”, Warren Buffet, quien descartó la posibilidad de una nueva crisis bancaria en el país.
Según el 'gurú' de la inversión, la crisis de deuda en Europa despierta más recelos. Los bancos europeos tropezarán con dificultades si los Gobiernos nacionales no logran prestar apoyo para la liquidación de deudas.
Sin embargo, pese al optimismo acerca de la economía estadounidense a la luz de los últimos acontecimientos, la atmósfera se recarga en EE. UU. Los inversores de Wall Street predicen el impago del país en junio de este año. Esto ocurrirá si el Gobierno de Barack Obama y el Congreso no consiguen un consenso acerca del límite oficial de endeudamiento.
El límite superior del endeudamiento se alcanzará el 16 de mayo. Pero el escenario del impago todavía se puede evitar si se eleva el nivel máximo de la deuda pública de EE. UU.
Anteriormente el presidente de EE. UU. había declarado que la reducción excesiva del gasto público podría conducir a una nueva crisis económica.
“Si todo lo que realizamos es la reducción de la financiación del aparato estatal, si lo implementamos sin discernimiento, recortando los fondos para las áreas que contribuyen a la creación de nuevos puestos de trabajo, el déficit podría aumentar y nos sumergiremos en una nueva crisis económica”, dijo el líder estadounidense.
Obama recalcó que emprenderá todos los esfuerzos necesarios para hacer frente al creciente déficit presupuestario y la deuda pública de EE. UU. antes del final de su mandato.
El déficit del presupuesto federal en marzo de 2011 ascendió a 188.000 millones de dólares, tres veces más que el periodo análogo del año anterior (65.000 millones de dólares). Los indicadores están registrando un récord por trigésimo mes consecutivo.
Al mismo tiempo, el secretario del Tesoro norteamericano, Timothy Geithner, declaró que es posible que se retrase el impago potencial hasta el 2 de agosto.
“Parece que el Congreso no actúa para el 16 de mayo, por eso será necesario que el Tesoro comience a aplicar medidas extraordinarias esta semana”, dijo.
Mientras el nuevo plazo da más margen de maniobra al Congreso, Geithner llamó a los legisladores a actuar lo más pronto posible.