El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aplaudido en varias ocasiones las reformas realizadas por el Gobierno español para luchar contra la crisis económica. Unas medidas que a juicio del FMI, separaban a este país de Irlanda, Grecia y Portugal. Sin embargo, los últimos datos ofrecidos por la Comisión Europea evidencian algo distinto. Este organismo prevé que la economía española crecerá solo un 0,8% este año y un 1,3% en 2012. Estos datos contrastan con la previsión del Ejecutivo, el 1,5 y 2,3% respectivamente. Por ello, desde Bruselas se asegura que no cumplirá con su objetivo de déficit para el 2011.
“Las medidas que está aplicando el Gobierno para combatir la crisis lo que hacen es reducir el consumo, reducir la inversión y reducir el gasto público. En esas condiciones difícilmente va a haber relanzamiento de la economía y muy difícilmente se va a poder combatir el desempleo que ya llega casi a cinco millones de trabajadores”, sostiene José Antonio García Rubio, responsable de Economía de Izquierda Unida.
El crecimiento de la economía española será este año la mitad que la media de la eurozona, fijada en un 1,6%, y quedará muy lejos del resto de grandes países como Alemania o Francia. De hecho, solo los tres estados que han sido rescatados crecerán menos que España en 2011.
Muchas voces expertas, como el periódico ‘Financial Times’, no descartan que España pueda ser el próximo país de la Unión Europea que necesitará un rescate, tras los casos de Grecia, Irlanda y Portugal. Las causas serían el endeudamiento externo y la fragilidad del sistema financiero, sobretodo por su exposición a la crisis inmobiliaria.
Lo cierto es que sí que existe miedo tanto entre los inversores como en las autoridades comunitarias a que España precise acudir al Fondo de Estabilidad Financiera. Según datos del Instituto de Empresa, este país necesitaría 350.000 millones de euros (unos 493.000 millones de dólares) para cubrir sus necesidades financieras durante los tres próximos años.
“En el caso de un hipotético rescate a España, se da una nueva paradoja. Europa estaría en condiciones de afrontarlo pero sería algo letal. Es decir, a priori podría acometerse, pero en cuanto empezase a evolucionar, los mercados harían que no se pudiera soportar. Un escenario en el que se rescate a España sería catastrófico, terrorífico, sobran los adjetivos, para la Unión Europea”, comenta por su parte Juan Manuel Lamet, analista económico del diario ‘Expansión’.
Casi todos los analistas coinciden en asegurar que un rescate a España pondría a prueba a la Unión Europea y al FMI. Otros, como el presidente del fondo Zulauf Asset Management, Felix Zulauf, aventuran que será Italia, y no España, el siguiente en solicitar la ayuda.
“Creo que el euro no está en peligro, la eurozona no está en peligro. Si hemos superado esto, esta crisis de deuda de 2009, 2010, 2011, no tiene por qué caer el euro. Y además, yo creo que ningún país se irá del euro, principalmente porque sería letal para el resto de países. Por ejemplo, si Grecia abandona el euro, su moneda pasaría a valer un 20% de lo que vale el euro, y la deuda sería impagable”, asegura Juan Manuel Lamet.
De momento y ante las dificultades de Grecia para salir de la situación actual, ya casi se asegura la necesidad de una reestructuración de su deuda. Esto aliviaría las finanzas helenas, pero supondría una pérdida cuantiosa para las entidades financieras europeas tenedoras de esos activos. Se teme así un contagio en los mercados y el consecuente menoscabo de la confianza en el euro.
Al hilo de los acontecimientos este domingo, miles de personas en varias ciudades de España salieron a las calles para protestar por el modelo económico y político actual del país. La manifestación fue convocada por el movimiento ‘Democracia real ya’, con el objetivo de dejar constancia de la preocupación e indignación de los ciudadanos españoles por las consecuencias de las crisis económica y las medidas que se toman para afrontarla.